viernes, 23 de mayo de 2014

Carta de un Profesor... Sí, con mayúscula

Hoy mi Madre me dio esta carta que estaba entre las cosas de mi adolescencia que quedaron en mi casa natal, espero se entienda el escaneo:

En caso de que no se lea dice así:

"Mi muy estimado alumno:
Se extrañará sin duda de recibir estas líneas mías:
¡No se asuste! ¡No pienso proponerle algún trabajo para compensar tanto tiempo perdido! Usted, que me conoce, sospechará - acertadamente - que ganas no han de faltarme, pero... ¡En fin, por ahora me resigno y sólo deseo que el año próximo tengamos, si no un año normal (Eso sería desafiar a los dioses, siempre celosos de la felicidad de los hombres), algunas clases más, un poco más de disciplina de trabajo, un compartido proyecto de recrear, en el querido Colegio Nacional, una atmósfera adecuada para los intereses de alumnos y profesores!
Dejo de volar y voy al objeto de estas líneas. Quiero pedirle me haga llegar, a la brevedad posible, la carpeta de apuntes de Literatura que, como precario sustituto de texto, le entregué a comienzos del año lectivo. Habitualmente recojo esas carpetas en los últimos días de clase, pero también ese hábito me han impedido las circunstancias este año. Quiero tener todo el material que utilizaré - Dios mediante - el año que viene, pues siempre es necesario reordenarlo y ponerlo en condiciones. En fin, manías de profesor que usted ya conoce...
Dado que la abrupta terminación de las clases nos han privado de otro tipo de despedida, quiero aprovechar esta ocasión para desearle muy felices fiestas y unas muy estimulantes vacaciones (Espero que interprete el sentido justo que he querido dar al adjetivo "estimulantes"...).
Con mi invariable y profunda estima

                                 Firma

Eitel Orbit Negri

La dirección, el número de teléfono y el horario en que se lo encontraba en su casa.

En el encabezado falta la fecha y lugar...

Esta carta es de diciembre de 1974, en la ciudad de La Plata, Buenos Aires, Argentina.

No sería para nada importante si no aclaramos algunas circunstancias.

Ese año, 1974, la Universidad Nacional de La Plata fue cerrada a principios de octubre y con ella el Colegio Nacional que de ella depende, sin previo aviso. Un día nos despertamos y estaba cerrada. Y así varios meses.

El Profesor de Literatura, Eitel Orbit Negri, nos escribió, a todos sus alumnos, esta carta. Como verán no es una fotocopia, está mecanografiada una a una, no existían los procesadores de texto y las impresoras.

Así también la carpeta que nos pide le devolvamos, hecha a máquina por él, todo el material de lectura para ese año, una carpeta por alumno, sin fotocopia, mecanografiada.

Ahí estaban poemas, cuentos, teatro, narrativa... Borges, Cortazar, O'Neill, Lorca... Por nombrar algunos...

Notaron el respeto... Respeto, no acartonamiento...

Este mismo profesor luego de su jubilación siguió dando clases en el Colegio mientras su salud se lo permitió. Él le entregó a mi hijo en su momento el Título de Bachiller... Con el mismo respeto suyo hacia los alumnos como de los alumnos a Él...

¡Qué falta hacen Profesores como EITEL ORBIT NEGRI!

En Él nombro a todos esos Profesores que pasaron por El Colegio Nacional Rafael Hernández...

¡Gracias a todos Ellos!


10 comentarios:

  1. Que lindo recuerdo, Javier. Muestra de una época en la que todavía hacían un esfuerzo por sacar lo mejor del alumnado.

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    1. Sí Johann, los docentes hacían el esfuerzo y los alumnos lo notábamos, por eso a pesar de las insolencias lógicas de la edad se mantenía un respeto mutuo y eso daba sus frutos.
      Gracias por comentar.

      Un abrazo.

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  2. Que hermoso recuerdo! Un homenaje a este profe que si lo leyeran sus hijos que orgullosos estarían!
    Se puede advertir en sus letras la pasión y dedicación en su labor. Cosa que no digo que ya no exista, pero que disminuyó considerablemente hoy en día. Me emocionó leerlo. Gracias por compartirlo. Un abrazo

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    1. Soledad, por desgracia el Profesor no tuvo hijos, espero que ese orgullo que sentí yo ayer al releer la carta después de casi 40 años alcance y que mis condiscípulos o la hayan guardado o vean esta que yo hice pública y les provoque una emoción similar a la que me causó a mi. Me costó mucho escribir la entrada y me sigo emocionando hoy, tal vez porque no soy tan optimista como vos y veo muy desprestigiada la educación. Es posible que no por culpa de los docentes, al menos no por la mayoría de ello.
      Gracias por pasar y comentar.

      Un abrazo.

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  3. Que suerte que lograron conservar la carta, y que magnífica persona. Hay tanta distancia entre sus líneas y las de los profesores de hoy.....sin hablar del respeto y el esfuerzo por ofrecer clases inolvidables a sus alumnos. Un hombre con una auténtica vocación, lástima que hoy se ven pocos......

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    1. Gracias Ana.
      Sí, realmente hay una gran diferencia y esa diferencia se nota en los resultados.

      Un abrazo.

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  4. Para el gusto se hicieron los colores!...

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  5. Pues sí, un buen profesor... :)

    Un beso

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